La estrategia de precios va más allá de la fijación del valor monetario de un producto o servicio. Es lo que determinará en gran medida, la percepción de la marca y su visibilidad y posicionamiento en el mercado.
Si querés mantener la competitividad, es necesario que revises que tu estrategia de precios sea la adecuada. Evaluar los costos no es tan simple como poner etiquetas en un estante.
El proceso conlleva al análisis de aspectos esenciales para establecer el costo final del producto o servicio. Eso es, precisamente, lo que revisaremos en este artículo. Conocé cinco elementos clave para fijar precios sin temor a equivocarte.
Por qué establecer una estrategia de precios adecuada
Los ingresos de una organización provienen de los precios fijados en los productos y servicios que ésta ofrece en el mercado. Por ello, cuando la empresa carece de una buena estrategia de precios, las ganancias se convierten en un problema financiero.
La estrategia de precios es el factor que marcará la pauta sobre la posición o competitividad de la empresa en el mercado. El costo del producto o servicio es lo que induce al consumidor a realizar comparaciones entre tu marca y la competencia.
El precio, sin duda, impactará en la decisión de compra del consumidor. Y, lo más importante, es que ese costo influirá en una mayor o menor fidelidad del cliente hacia la marca.
Por esa razón, es necesario procurar la implementación de una estrategia de precios adecuada y acorde a los objetivos de la compañía.
¿Cómo fijar tu estrategia de precios?
Tu objetivo debe estar enfocado principalmente en fijar precios que te ayuden a conquistar la preferencia de los consumidores. Una vez alcanzada esa meta, vas a ver crecer tus ganancias y la salud financiera de tu empresa estará garantizada.
Pero ¿qué hace falta para establecer los costos adecuados? Acá, te damos cinco pautas clave que tenés que considerar a la hora de armar tu estrategia de precios.
Estrategia de precios basada en costos
En esta estrategia, la empresa fija sus precios con base en los gastos que debe incurrir por producción y distribución de un producto. Adicionalmente, agrega una tasa razonable como margen de utilidad por el esfuerzo en la actividad que desempeña.
Este tipo de estrategia hace que calcular los precios sea una tarea sencilla, pero tiene particularidades que pueden considerarse desventajas.
Por ejemplo, si los costos por distribución son muy altos o la rotación del stock es lenta, el precio final del producto puede elevarse demasiado. Esto ubicaría al valor económico de la marca fuera del mercado y le arrebataría la oportunidad del posicionamiento.
Estrategia de precios psicológicos
Acá, intervienen factores emocionales y de estatus. En este tipo de estrategia, es importante considerar que, para algunos consumidores, el precio es la mejor referencia sobre la calidad de la marca.
De esta manera, por ejemplo, un perfume puede venderse en 7 mil pesos cuando en realidad, el costo es de 300 pesos. Sin embargo, muchos estarán dispuestos a pagar 7 mil pesos.
Para este segmento de consumidores, un precio más alto indica tres cosas: producto original, de mejor calidad y mayor estatus.
Estrategias para productos nuevos
Esta es una estrategia esencial para las marcas que necesitan penetrar al mercado con un nuevo producto e impulsar sus ventas. Para ello, se recurre a un precio bajo que garantice una participación de mercado y un lucro en el menor tiempo posible.
Cuando se aplica esta estrategia, se logra conseguir gran visibilidad frente a otras marcas y crece la oportunidad de lograr un mayor volumen de ventas.
A largo plazo, se espera que el costo por unidad sea menor, lo que puede dar paso a incrementos graduales de precio.
Estrategias competitivas
En este caso, la marca estudia a sus competidores antes de definir un precio final. Y se hace de esta forma, porque se estima que el producto tiene muy pocas diferencias con respecto al que ofrecen los competidores.
La influencia de la competencia es tal, que se aumentan los precios si los competidores hacen lo mismo.
Usualmente, hay una marca líder que fija un precio estándar. Luego, el resto de las empresas del mismo sector usa esa referencia para calcular el valor de su producto o servicio.
Estrategias diferenciales
También, es conocida como estrategia de precios segmentada y, para determinar el valor monetario, se consideran elementos diferenciadores. Entre ellos, predominan los contrastes entre productos, clientes y lugares.
En la estrategia de precio segmentada, la marca vende un producto o servicio en dos o más precios. El valor fijado no se calcula con base en elementos como costos de producción o distribución.
Temporadas específicas y lugar de ubicación son aspectos más influyentes en la fijación de precios segmentados. Pero, lo más importante en este tipo de estrategias, es garantizar que los precios segmentados reflejen diferencias importantes en el valor percibido por el consumidor.
Conclusiones
Como podés ver, determinar el valor de tu producto o servicio depende de varios factores. No obstante, una estrategia de precios adecuada te conseguirá el posicionamiento sólido y lucrativo que buscás.
La estrategia que implementes será clave para definir precios. Sin embargo, también tenés que realizar el debido estudio de mercado.
Esta es la forma más eficaz de anticipar la respuesta que tendrá el consumidor a ese costo. Y este representa un dato esencial para asignar cualquier valor monetario.
En Triptongo, podemos ayudarte con la implementación de estrategias que den visibilidad y posicionamiento real a tu marca. Contactá con nuestro equipo de expertos y elevá tu prestigio en el mercado.